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lunes, 30 de junio de 2014

LEYENDAS MITOS Y TRADICIONES

“ACIRU  P´ATJATA” CULEBRA FRACCIONADA

                        En la comprensión de la provincia de Yunguyo, al lado oeste de su capital del mismo nombre, se divisa el majestuoso y legendario K´APIA, formado por una serie ininterrumpida de cerros que se entrelazan en una extensión de más de veinte kilómetros, rematando en las pampas del histórico CHUA-CHUA (Zepita). Desde su origen, a corta distancia de la orilla del Titicaca, aparece tendida una hilera rocosa en forma de culebra de buen tamaño y fraccionada en tres partes, de casual formación como si fuera atributo de la naturaleza o de un TÓTEM, recibiendo la nominación de             “CULEBRA FRACCIONADA”, que en el vocablo aymará se le conoce como “ACIRU P´ATJATA”.
                        En el periodo Jurásico y Crustáceo aparecieron los primeros reptiles y anfibios gigantescos que dominaron la tierra y reinaron durante millones de años. Se deduce a esas eras perteneció la culebra aparecida en el volcán K´APÍA. En ese transcurso de tiempo iban disminuyendo poco a poco el tamaño de esos animales hasta convertirse en sapos, ranas y serpientes durante la era del Paleoceno, como consecuencia, el sapo pertenece a la indicada era y no podía haber estado en lucha con la culebra como algún autor lo describe.
                        Cuando el mundo estuvo formado, según la tradición, se reveló la figura del K´APÍA mostrando su cima con características de volcán, despidiendo humo y llamas que aterrorizaban a los poblados de antaño que vivían en sus cercanías. Esos moradores estuvieron bajo el amparo de sus deidades tutelares. En oposición existían otros falsos dioses que imponían su falsía tratando de evitar la supervivencia. Para evidenciar la maldad ordenaron que salga por el cráter una gran culebra que al instante apareció haciendo juguetonear su armada boca como para lanzar la ponzoña. En ese esfuerzo mayúsculo saltó de su escondrijo como si la madre naturaleza la abortara, reptando hasta posesionarse, con altivez en la pequeña cumbre del adyacente cerro frente a QUEÑUANI (distrito), envolviendo su cúspide cual aureola y lejos de permanecer tranquila estuvo turbada por la presencia de los pobladores. Entrada en cólera siguió su locomoción hacia el lago Titicaca para posesionarse en su fortificado recinto y beber todo el agua para matar de sed a sus contrincantes. En esas circunstancias salió del mismo lago el emperador HUIRACOCHA (de Werajocha caballero) considerado como el hacedor de la tierra y ocupante de la cúspide de la mitología de los Kcollas y cuando se dirigía hacia TIAHUANACU en cumplimiento de su misión castigó a sus pobladores convirtiéndolos en piedras por desobedecer sus mandatos. Cuando avistó desde el llano (pampas de Yunguyo), a la culebra que seguía reptando hacia su escondido y elegido fortín en las profundidades del lago, logró fraccionarla con su hacha de oro que llevaba consigo, en tres porciones o partes. De manera que la cabeza quedó cerca de la orilla, el cuerpo separado se abultó y la cola o extremidad posterior del cuerpo, con frecuentes movimientos como queriendo recobrar la vida, se quedó en posición oblicua, descansando en la pendiente del cerro de donde descendió (Queñuani).
                        Con la muerte del monstruoso ofidio quedó tranquilizada la vida humana y su imagen de consistencia rocallosa perdurará por siglos como muestra de su mala acción.
                        Por el primer segmento pasa la carretera asfaltada POMATA-YUNGUYO y por el segundo atraviesa el río ACCARI de cauce profundo.

Cualquier viandante distingue claramente la culebra fraccionada. Los plomizos bloques de piedras planas, imbricadas unas con otras, parece que cubrieran su pétrea piel como si fueran escamas.



3.- CREENCIAS:
                       
 
LA PACHAMAMA O MADRE TIERRA

                        Según Creencias la PACHAMAMA es la tutelar, ostenta carácter sagrado, vigía constante de su escenario. En ella se origina la vida y de su existencia depende el principio activo que une el pasado con el presente, bajo el calor de la fuerza del INTI (sol), padre mayor con capacidad mitológica para castigar a los pecadores.
                        En el marco de otro concepto se considera como la DIOSA TIERRA DEL OLIMPO ANDINO la acrecentada fe a PACHAMAMA se ha evidenciado en estas últimas décadas por los múltiples beneficios deparados a favor de cuantos la invocan. Esa inclinación clamorosa ha servido para que por fuerza de la costumbre, se ha declarado un día feriado del año calendario, el martes de carnaval, para reiterar las fervientes súplicas por las gracias o favores materiales y espirituales recibidos. Ese día las familias se reúnen para dar tributo a los productos de la región con acciones de culto y honor como pago por la concesión recibida de aquella deidad. Son actos similares a los del lunes de carnaval, en que se realiza la ceremonia conocida como JAT´A – CATU (recoger semilla). Son productos nuevos que ofrece la tierra, recibiéndolos con besos, rociándolos con vino, a la par que los adornan con mixtura y serpentina.
                        Según la credulidad, el pago se hace preparando una “mesa”, como se llama vulgarmente, con los siguientes componentes: sullu (feto de llama u oveja), untu (sebo crudo)
flor de tierra, mirra, incienso, piedra lara, piedra imán, manitos, manto lanas, bastón de ángel, papeles estañados y plateados, dulces, hojas de coca, ramas de romero, nueces y otros compuestos que se desmenuzan y queman expresando rogativas. Luego, convertida en ceniza, se pone debajo de la tierra, echándole un poco de vino y otras bebidas espirituosas, acto denominado CHALLAÑA O CHALTAÑA. En otros lugares, todos estos ingredientes se colocan en una caja de cartón, la que se cierra rociándole un poco de alcohol o vino
finalmente se entierra en medio de una ceremonia ritual.
                        El encargado de hacer el pago es experto en esos menesteres, aunque cualquier persona bien intencionada, con fe y buena voluntad puede desempeñarse acertadamente.
                        A veces dicen que la divinidad nativa (PACHAMAMA), arraigada tanto en las urbes como en el seno rural, se enoja cuando no llevan a la práctica esos cumplimientos de halago. Entonces dado al poderío mitológico que tiene, castiga con su poder o facultad sobrenatural, alterando la salud; hecho conocido con el nombre aymará de KATJA, que se cura mediante la aplicación de fragmentos de “millu” (mordiente), envueltos en borras de algodón, con los que se pasa suavemente la piel humana en un paraje donde consiente la tierra la remisión del tormento corporal. Así se repara el mal.

Como acto complementario acostumbrar realizar la HUILARA, que consiste en sacrificar un cordero esparciendo su sangre en distintas direcciones como ofrenda, con rogativas para el logro de la conservación del ganado en general.

EL YATIRI Adivino o el que sabe.

                        Encuadrándose en su cábala descubre algunas cosas ocultas o ignoradas. Con la seriedad que se desempeña en el escenario de sus procedimientos con vestimenta especial y ademanes, es todo un personaje que infunde respeto. Para iniciar sus actos usuales, de rodillas y santiguándose dirige sus acostumbradas oraciones hacia sus dioses predilectos a la par que liba ininterrumpidamente su preferido licor el HUAJTO, regando parte hacia su derredor; teniendo en cuenta que el buen presagio se manifiesta cuando las ofrendas son en días propicios conocidos por aquél. De cuclillas muestra en el aire, a manera de rogativas, la amarra de hojas de coca contenidas en una INCUÑA multicolor (pequeño tejido de lana de oveja o alpaca) que la extiende, distinguiéndose una moneda feble de buen valor denominada NAYRACHA, especie de ojo grande que visualiza los presagios. Levantando una porción de hojas con la mano derecha las hace deslizar lentamente accionando movimientos interrumpidos con los dedos y a medida que caen sobre la incuña se detiene por momentos para explicar los pormenores del pronóstico según el color de las caras (hojas discoloras) y por las formas o aspectos que presentan, por efecto del empacamiento, asombrando al que acude o se hace adivinar.
                        Concluido su trabajo vaticinador CHAJCHA (masca) un poco de coca con pedazos de LLUJTA (masa preparada con tallos de quinua quemados) y el resto guarda en su CHUSPA (taleguilla tejida), llevándose además la Nayracha y recibiendo su correspondiente estipendio.
                        El Yatiri, también adivina mediante las cartas o naipes (cartomancia) y observando las rayas de la palma de las manos (quiromancia) interpretando los sueños y fijándose en los rasgos fisiológicos de una persona, con lo que evidencia su poder de concentración.
                        Cuando usa el cigarro encendido para fines de predicción en cada porción de humo comprende los presagios. La ceniza que se acumula en la parte que acalora presenta variadas formas que muy bien interpreta, y puede hasta sentir las vibraciones de la persona que quiere conocer su futuro. Esas observaciones le sirven para emitir sus pronósticos.


EL LAYK´A  Brujo ó Hechicero

                        Es conocido por el vulgo como brujo ó hechicero, es el encargado de causar daños mediante prácticas a base de útiles supersticiones como jugos de hierbas, pequeños animales, unto, dulces y prendas de vestir, arrobando las potencias y sentidos de los que sufren los efectos del hechizamiento. Se dice que resuelven problemas del amor usando aguas especiales que las prepara, consiguiendo que la persona amada se de cuenta del cariño de su admirador.
                        Existen también los contra hechiceros que se prestan anulando los avances del maleficio mediante los secretos de su facultad usando ciertos antídotos para brujerías.
                        El AMP´ATO (sapo) es uno de los animales que utilizan los hechiceros para daños o maleficios y para curar males. Elaborar sustancias tóxicas mediante combinaciones misteriosas, usando su excremento, orina o saliva para producir la K´ARA (alteración de la
estructura de la piel con formas diferentes y variados matices), en diferentes partes del cuerpo humano, preferentemente en la cara, cuyas manchas son difíciles de hacer desaparecer. Generalmente se opera en venganza.
                        Existen Layk´as que utilizan plantas anticonceptivas y abortivas que las procesan para hacer beber durante cierto tiempo y nunca revelan sus acciones ocultas por temor a que le roben sus secretos. No son adivinos pero pueden acercarse a un hecho futuro.
                       


EL K´OLLIRI  Curandero

                        Hay que destacar la destreza y las prácticas con que se desempeñan los aficionados al ejercicio de la medicina sin ser facultativos. Esos son los K´olliris (curanderos) que obran valiéndose de procedimientos curativos con remedios caseros.
                        Cuando es necesario en actos de concentración el K´olliri llama al AJAYU (ánima) del enfermo, por haberse separado de su cuerpo por impresión repentina. Para dicho fin, utilizando cualquier prenda de vestir evocando y repitiendo las palabras ven, ven, ven, junto a su nombre. Cuando concluye coloca esa prenda sobre su cuerpo como señal de haberse integrado lo espiritual a lo somático. Hay mayores alteraciones espirituales en los niños, cuyas madres hacen las llamativas para hacer llegar el Ajayu
.
                        En casos de suba de temperatura corporal el K´olliri, se vale de un perro negro al que lo sacrifica y abriéndole el pecho y vientre le extrae los órganos internos para luego aplicar en forma plana sobre el vientre del afiebrado hasta lograr que se normalice la temperatura, apreciando mediante el pulso. Luego hace enterrar al perro que se lo lleva todo el mal.
                        El K´olliri, también se sirve de WANK´US (cuyes) como medio de investigación para conocer los males interiores del organismo humano, tratando de equiparar con la aplicación de la radiografía; considerando que es el único animal que revela los daños corporales internos. El procedimiento consiste en que el paciente tiene entre sus manos un cuy vivo que lo aplica durante un buen rato sobre su cuerpo como haciendo caminar, por indicación del K´olliri, que luego lo mata y abriendo cuidadosamente la parte anterior de su cuerpo examina el interior. Si aparece algún lugar dañado le afirma que semejante alteración le ocurre y que requiere curación de urgencia, sea acudiendo al médico u ofreciendo sus servicios para curarlo.
                        Suponiendo que por acción del curandero recuperaba su salud, alcanzaba reputación, entrometiéndose en el ejercicio de la medicina. Todo quedó como recuerdo legendario.
                        El estudioso médico puneño Dr. David Frisancho Pineda, especialista en medicina folklórica, afirma: “Los brujos y curanderos adquieren los dones de la hechicería y el acto de curar bajo cuatro formas de poderes: por manifestaciones divinas; por ser sobrevivientes de descargas eléctricas de la naturaleza (rayos); por transmisión de costumbres de generación en generación; y por dedicación con sumo ardor a esos actos supersticiosos”, publicada en un suelto capitalino bajo el título de “RAYOS OTORGAN PODERES A BRUJOS Y CURANDEROS”.
Podemos patentizar que las personas que sobreviven a fulminaciones    pueden tener    influencias    cósmicas   que    les    permiten   verificar   con algún acierto los actos
relativos a las supersticiones, como se puede observar en la realidad de la vida campesina, infundiendo respeto y temor. Los que se dedican a esas actividades parece que tuvieran poderes especiales de comunicación sensorial, inclinaciones para ver y leer el futuro. También es posible que las destrezas supersticiosas se suceden por descendientes directos o por influencias sobrenaturales.


EL CHAMACANI  Tenebroso

                        Nombre aymará que quiere decir “TENEBROSO”. Es la persona hábil que opera en tinieblas u oscuridad, evidenciando el ejercicio de dar a la voz distintas tonalidades y sin mover los labios como si provinieran de diferentes lugares y de distintas personas. Ejerce la magia aplicada al daño.
                        Tanto el Layk´a como el Chamacani, se les atribuye estar en contacto con las tres farias; Alestro, Megera y Tesafania, divinidades infernales, hijos de la santa tierra y dioses de la venganza.
                        El Chamacani para predecir sus vaticinios se acomoda en el interior de su oscuro local donde dialoga con los que recurren a sus servicios. A medida que le informan sobre algún suceso ocurrido, él va respondiendo con su sorda voz cavernosa (ventriloquia) como para convencer. Si se trata de delito de robo, después de indagar con el hábil ejercicio de sus preguntas capciosas, está en condiciones de pormenorizar los móviles del robo y hasta tratando de ubicar al autor.
                        El Chamacani antes de producir sus ilusiones realiza sortilegios en las hojas de coca y todo su trabajo no es mas que con el fin de engatusar a la gente que acude, entreteniéndola. Sus pronósticos ideados supersticiosamente son un ardid de mucha influencia en la masa campesina.



4.- CUENTOS POPULARES:


VALIMIENTO DEL K´ARISIRI  Degollador

                        Gran parte de nuestros campesinos, especialmente los de mayor edad y aún los jóvenes, por legado cultural de ilustres antepasados, tienen el prejuicio de la imagen del K´ARISIRI (degollador), considerado como ente dedicado a extraer la grasa humana por acción narcótica.
                        Según relatan en épocas antiquísimas los sacerdotes tenían necesidad de proveerse de dicha grasa para el preparado de la CRISMA, que servía para ungir a los que recibían los sacramentos del bautismo y la confirmación
                        Según el doctor Manuel Rigoberto Paredes, el indio consideraba al “tata cura” o sacerdote como el protagonista del robo de la grasa humana. Por eso se le acusaba de peligroso NIGROMANTE. Se dice que en determinados meses del año el fraile acompañado de su lego, salía de su convento e incursionaba en otros lugares en busca del codicioso sebo. En lugares apartados, al amparo de la lobreguez de la noche encontraba un campesino, lo adormecía para luego practicarle un pequeño corte en la región ventral de donde le extraía el sebo, dejándolo somnoliento. Al despertar de su sueño no encontrando a
nadie en su contorno y sintiendo que le agobiaban dolores en la referida parte presumía que algo grave le había sucedido, denotando pesar y melancolía, con funestas consecuencias por la idea de haber sido degollado por el K´arisiri. Pensaba que en corto plazo dejaría de existir por consunción.
                        Actualmente en casos de muerte fuera de las enfermedades conocidas, los campesinos aymaras siempre afirman que el fallecimiento se debe a la extracción del sebo por parte del K´arisiri. Esa creencia inveterada es trasmitida de generación en generación.
                        Si el sacerdote era apodado K´arisiri, posiblemente se debió a las frecuentes correrías o caminatas de una parroquia a otra atravesando lugares inhóspitos a falta de vehículos motorizados no conocidos aún, en cumplimiento de la obligación de ofrecer el sacrificio al Eterno Padre.
                        Hoy en día se singulariza con el apodo de k´arisiri y con terror a uno que otro indefenso vecino que probablemente delató algunas proezas en son de broma y expansión, mereciendo sospecha y hasta cierta veneración.
                        En resumen, resulta ser una ilusión o imagen sin respaldo real, por efecto de una acción sugestiva.



ESTRATAGEMA DEL PAYI  Extraviado

                        PAYI, término aymará que significa desvío. Según creencia vulgar se le pinta como un hombre extravagante que opera en la lobreguez, prestándose para conducir a otro camino o vía a una persona que ha perdido el sentido de orientación en su rumbo por ofuscamiento o estado etílico, corriendo el riesgo de accidentarse o perder la vida cayendo a un precipicio o metiéndose en la profundidad de un lago, río o fangal.
                        Ocurren casos en que al amanecer el supuesto desviado, por acción del PAYI, despierta como de un letargo y se da cuenta que esta alejado de su hogar a donde vuelve luego de haber recobrado la serenidad, un tanto asustado en la creencia de que ha sido llevado por un fabuloso animal de forma fantástica, como si hubiera soñado.
                        La estratagema del PAYI, está generalizada en la imaginación de la mayor parte de los campesinos y hasta de gente que lleva vida turbada. Entra en juego la serenidad de la persona que estando desconcertada puede sobreponerse quedándose en el paraje durante varias horas hasta que comience a rayar el día con la luz del alba, eludiendo el riesgo de la muerte.
                        Podemos afirmar que la existencia del TATA PAYI (señor desviador), no es mas que el producto de la imaginación, entrando en juego el poder de la sugestión.




EL K´ATE  K´ATI  Ave Agorera

                        El k´ate  k´ati, es considerado por nuestros campesinos como el ave nocturna que, en ciertos momentos de vuelo, emite extraños sonidos causando pánico entre los que escuchan por presagiar supersticiosamente sucesos, males o desdichas que sobrevienen.

Los gritos o sonidos estridentes parecen entrecortados, como si se tratara de expresiones de vehemencia melancólica o como ligero estallido de un látigo. Como ave de paso se presenta repentinamente y parece que emigrara de otros lugares en ciertas épocas del año. Volando pasa rozando los techos de las casas en momentos en que el campesino esta casi para entregarse al sueño después de la media noche desapareciendo raudamente como si fuera platillo volante.
                        Por coincidencia o fuerza sugestiva acaece el funesto suceso de perder un miembro de la familia u otra persona por haber escuchado los pronósticos del ave agorera.
                        Algún autor conceptúa al k´ate k´ati, como cabeza humana desprendida de la sepultura y que vaga en busca de sus enemigos que en vida fueron, para chuparles sangre y darles pausada muerte.

                        Es idea arraigada en el campesino, que afirma la existencia de aquella y que a nuestro juicio no es más que ficta creación.